15 de mayo - anochecer en la RECS

A las 17.30 hs en punto iniciamos la caminata, veintitantos ansiosos observadores, con guía de Diego y Claudia.
Estaba nublado, no hacía frío....la consigna era clara: ni flash ni linternas....!!

Para mí sería la 1º vez: estar en la RECS de noche buscando sus probables tesoros, tratando de develar sus misterios....
La luz se fue desvaneciendo y comenzaron los murmullos de la fauna: grillos, ranas, aves sorprendidas en plena nocturnidad.

Entonces sucedió: en el camino de Viamonte al río comenzamos a escuchar un extraño sonido.
Paula le avisó a Carlos y todos nos amuchamos en silencioso auditorio.
.....Y cantó para nuestra alegría y sorpresa varias veces. Y también cuando volvimos a pasar por el mismo lugar, allí estaba: cruzando el canal.
.....El ñacurutú (la lechuza más grande de Argentina) vocalizaba inconfundible su presencia y no se tiene un registro anterior!!
La emoción nos embargaba y aunque no pudimos grabarlo digitalmente, quedará registrado por siempre en nuestra memoria de observador.
Todos decíamos: grande la RECS!!, siempre tiene algo nuevo para ofrecernos, cuánta riqueza alberga!!

Más tarde, en el camino del medio disfrutamos la extática figura del atajacaminos tijera hembra.
Era la segunda vez esa noche, pero ahora nos podíamos acercar y para registro de Biorecs, Tito sacó la foto que pueden apreciar en la otra entrada del blog.
Voló en círculos unas cuantas veces y se volvió a posar en el mismo sitio, con su perfil enigmático, su sorprendente vida en la oscuridad más absoluta.....
Si hay algún ave de cuya presencia pudiera dudar, era justamente de ésta.....hasta que lo ví.
"Existe -me dije interiormente-, difícil de creer pero existe". Me dejó temblando la emoción de tenerlo tan cerca, tan real.....

Unas 4 horas después, plenos y satisfechos dejamos la paz de la reserva y sus habitantes.

Gracias a la guía de Diego, a Carlos que contínuamente nos permite aprender de su gran experiencia y didácticas explicaciones y a los compañeros avistadores, que supieron respetar las consignas de silencio y respetuosidad.

Foto: Maryluz Farfán
Texto: Liliana Risuleo